No he leído ni tengo intención de leer ningún tipo de libro que trate sobre los Sueños, ni tampoco informarme leyendo en distintos artículos sobre las distintas teorías y tendencias psicoanalistas. Inicié estudios de psicología en la universidad pero no encontré lo que andaba buscando, aquello que nutriera mis ansias de "conocimiento" y aliviara mi espíritu científico y al mismo tiempo espiritual. Lo confieso, lo he intentado, por aquello de no ser ignorante y estar bien informada, pero no lo he conseguido. Entre la pereza para la lectura y el deseo de no estar influenciada, contaminada por lo leído y, ser auténtica con la información que voy sintiendo, viviendo, experimentando por mí misma, me han hecho llegar a esta resolución, a un conflicto que, he de ser sincera, me ha hecho cuestionar en infinidad de ocasiones sobre mi valía. Espiritualidad y espiritualidad leída pero no entendida y, ¿para qué servirá? me pregunto yo. Así que poniéndome en dirección contraria a la mayoría de la población que escrudiña en los libros esa iluminación deseada, que no pertenecerá jamás a quien lee sino más bien a quien no lee, me vino la capacidad y el don para trabajar con los sueños, ya hace de esto 20 años, pues la iluminación está ahí donde las palabras ya no existen y el intelecto se funde en la nada. No hay nada más revelador que los sueños para dejar el mundo de las palabras, y el sentir se muestre y guíe por medio de sus imágenes, personajes, vivencias, escenarios, pero sobre todo por aquella presencia del Alma que en tantas ocasiones se hace presente en ellos. ¿Cómo no entonces, hacer uso de la palabra escrita, para que cada uno de nosotros exprese lo que le viene revelado, es auténtico a sí mismo y único, y solo le pertenece a él? La experiencia personal e intransferible, tu vivencia, tu sentir, tu dejar ir cuando es el momento, no antes, no después de haber leído ese libro o de haber asistido a ese curso de fin de semana, o de haber insistido en alguna terapia donde se obliga a ir al pasado o al futuro, para exigir a tu ser multidimensional que se manifieste ya y te muestre... ¿qué? Necesitamos ser más auténticos, sin ir a...y dejaremos que los tiempos del Alma se revelen en su momento, seguramente cuando menos lo esperemos. Esa es la experiencia más pura, que deja sin palabras a todo nuestro ser intelectual y mundano. Por ello, para mí, los sueños han sido mi ventana abierta hacia el mundo más allá de lo que se ve y aparenta. Ellos nos ayudan a vislumbrar, fuera de las fronteras de nuestra experiencia mundana y egoica, una realidad paralela, profunda y mística, iniciando una manera distinta de ver, sentir y de interpretar nuestras experiencias cotidianas.
En este blog os enseñaré y ayudaré cómo ellos se manifiestan y nos desvelan, por medio de sus representaciones simbólicas, sus mensajes. Tienen sus peculiares formas de expresión. Recogen de la realidad, experiencias para transportarnos a recuerdos del pasado, pudiendo descubrir algo más sobre nosotros mismos y otros aspectos de nuestro ser. Nos dan una visión mayor, haciéndonos entender que hay una interacción constante entre aspectos, psíquicos, emocionales, mentales y espirituales. Por medio de los sueños, todos ellos pueden aflorar e interrelacionarse, manifestando nuestra propia forma de sentir y vivenciar nuestra realidad humana.
En este blog os enseñaré y ayudaré cómo ellos se manifiestan y nos desvelan, por medio de sus representaciones simbólicas, sus mensajes. Tienen sus peculiares formas de expresión. Recogen de la realidad, experiencias para transportarnos a recuerdos del pasado, pudiendo descubrir algo más sobre nosotros mismos y otros aspectos de nuestro ser. Nos dan una visión mayor, haciéndonos entender que hay una interacción constante entre aspectos, psíquicos, emocionales, mentales y espirituales. Por medio de los sueños, todos ellos pueden aflorar e interrelacionarse, manifestando nuestra propia forma de sentir y vivenciar nuestra realidad humana.